miércoles, 2 de septiembre de 2009

POZOS DE NIEVE


Los pozos de nieve son pozos secos de diámetro variado donde se guardaba y conservaba la nieve para su uso en verano. Muy conocidos en el pasado, alcanzaron su mayor esplendor entre los siglos XVI y XVII. Posteriormente, la industria del hielo fue sustituyendo el uso de pozos, conduciéndolos al desuso y abandono que conllevó a su destrucción.
Actualmente, resulta imprescindible recurrir a las relatos de los más ancianos del lugar y a fuentes bibliográfica históricas para conocer algo sobre los pozo de nieve, a menudo readaptados a partir de antiguas caleras. Ambos se encuentran, en su mayoría, en un lamentable estado de conservación. En Andalucía, dónde se usaron pozos de nieve hasta la década de 1940s, podemos encontrar pozos distribuidos por distintas regiones de Jaén, Granada, Almería... situados en sistemas montañosos con importantes nevadas.

En la región de Almería, destaca la sierra de María, en la Comarca de los Vélez, se llegaron a contabilizar más de 10 pozos de nieve en sus estribaciones, situados entre la Umbría de la Ermita de la Virgen y la Cumbre de la Fuente de Lazar. Actualmente, sólo quedan 4 ó 5 ruinas de estos pozos por su destrucción o relleno con material de escombro y residuos.

Estos pozos abastecían a pueblos de alrededor llegando hasta Lorca, en Murcia, aunque su principal demanda venía de núcleos costeros, por ejemplo Garrucha, para la conservación de carne y pescado durante el verano.

Importancia de la nieve (Industria de la nieve)

El uso de la nieve se remonta a civilizaciones muy antiguas, existiendo datos del 2.000 a.C en regiones del lejano Oriente, Antiguo Egipto y Mesopotamia. El comercio de nieve de estas regiones llegó hasta la cultura iraní, y gracias a ella y a la expansión romana se distribuyó su conocimiento a través de todo el imperio romano. Es uso de la nieve era tanto terapéutico, para tratar fiebres en la mayoría de casos, como gastronómico, en acompañamiento de bebidas, refrescos y conservación de alimentos.

Después de la caída del imperio romano, no queda constancia escrita conocida de la utilización de la nieve. Sin embargo, en las áreas musulmanas se adoptaron y ampliaron sus aplicaciones y usos, aumentando su comercio. Entre los años 850 a 1200, médicos musulmanes como Averroes (1126-1198), recupera las tradiciones galénicas, en cuanto a la utilización del frío y la nieve. En la Edad Media, en las cortes árabes se preparaban productos azucarados con zumos y frutas enfriadas con nieve. Los árabes dieron a conocer y divulgaron su uso, para conservar carnes y pescados, refrescar bebidas, fabricar helados y usos medicinales.

Usos
La nieve ha sido un producto muy apreciado por todas las civilizaciones que han surgido desde la Antigüedad, teniendo uso terapéutico y de conservación de los medicamentos en los hospitales, así como para mantener frescos los alimentos, elaborar helados y enfriar bebidas.


Construcción
Los pozos se edificaban en terrenos de media ladera para facilitar las tareas de arrastre y llenado. Eran estructuras cilíndricas de 4-5 metros de diámetro y una profundidad de 7-8 metros, recubiertos en toda su pared por piedra y cal, para evitar el corrimiento del terreno a su alrededor y las filtraciones de arena que pudiesen manchar la nieve. Los pozos más altos no necesitaban ningún tipo de protección exterior, pues las bajas temperaturas facilitaban la conservación y permanencia del hielo. En cotas más bajas, por la elevación de la temperatura se solía poner un pequeño tejado o cubierta a dos aguas. Cuando el pozo de nieve provenía de una calera, la profundidad del mismo era bastante menor, llegando a los 2 o tres metros. Así como, se derruía la techada de la calera y cuando el pozo se rellenaba de nieve simplemente se cubría con ramaje para que soportara las altas temperaturas del día. El contacto con el exterior se lograba mediante una puerta orientada al suroeste o norte para captar la mayor cantidad posible de luz. En el interior presentaban unas rudimentarias escaleras de peldaños para hacer más rápido y cómodo el acceso.
Asociadas al pozo de nieve podíamos encontrar áreas como la zona de los “rasos” o lugar dónde se recogía la nieve, además de “casa de albergue” destinada al alojamiento y/o almacén del material de trabajo.

El trabajo de la nieve
El trabajo en los pozos de nieve se iniciaba en los meses de Octubre con la limpieza y acondicionamiento y se continuaba con el llenado de los mismos en las primeras nevadas. Esta nieve era pisada por parte de los trabajadores y posteriormente se facilitó la labor empleando pisones. Se transformaba en un grueso bloque de hielo estructurado en capas separadas por paja y hojas, que aislaban para una mejor conservación y facilitaban la recogida para su transporte. La operación se repetía hasta alcanzar el llenado del pozo.
Esta tarea era realizada por jornaleros contratados que la hacían como actividad complementaria a su trabajo habitual en el campo como agricultores. Esto les permitía obtener un sueldo extra.

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